EDUCACIÓN

Drum Circle Spirit ofrece eventos y cursos para niños y niñas, adolescentes y jóvenes en edad adulta, desde la escuela primaria hasta la universidad

Nuestro método está acreditado por el MIM, el Ministerio de Educación italiano, junto a Artedo Bolonia y Módena, y puedes aprender los conceptos básicos participando en nuestro «Curso de formación básica en facilitación de círculos de percusión» con el método Village Music CirclesTM (o VMC).

Los cursos, basados en dicho método y estructurados en varias reuniones semanales, no solo potencian la creatividad de los alumnos, sino que además resultan bastante eficaces en la lucha contra el aislamiento y el acoso escolar.

En este sentido, hemos desarrollado el proyecto «Tambores por la amistad», respaldado por una recaudación de fondos internacional con Indiegogo, a fin de desarrollar 10 reuniones por clase encaminadas a valorar la colaboración y la amistad por encima de cualquier tipo de acoso, ya sea psicológico, verbal o físico.

EFICACIA

En entornos educativos, a través del círculo de percusión, niños y niñas experimentan:

experiencias prácticas de trabajo en equipo, compartir e incluir a los demás;

desarrollo de habilidades motoras pequeñas y ampliadas;

conexión emocional y cognitiva con la música;

comprensión intuitiva de tonos y patrones musicales;

capacidad de escucha, cooperación y confianza en uno mismo;

coordinación entre la vista y las manos.

Tocar percusión es una herramienta válida para…

Enseñar a niñas y niños conceptos escurridizos, como:

Creatividad
Autoexpresión
Individualidad
Autoestima
 

Desarrollar habilidades necesarias en la edad adulta como:

Pensamiento crítico
Resolución creativa de problemas
Comunicación eficaz
Trabajo en grupo y muchas otras
  • Ayudar a menores con problemas.
  • Ofrecer una alternativa al comportamiento antisocial y eliminar la necesidad de consumir drogas.
  • Enseñar a niñas y niños a ser más tolerantes, abiertas y abiertos.
  • Aportar eficacia al aprendizaje en edad infantil.
  • Fomentar el sentimiento de implicación con la escuela para reducir el abandono escolar.
  • Mejorar el rendimiento académico general.
  • Llevar el compás y aprender a tocar siguiendo el «ritmo» desarrolla la capacidad de escuchar, enseña a cooperar y revela cómo la singularidad de cada persona es un componente valioso dentro de la sinergia de un grupo.
  • Cada voz es única y especial, como lo son cada niño y cada niña; un círculo rítmico proporciona un lugar divertido y tranquilizador para experimentar la cualidad de la separación en armonía con una comunidad ampliada y no como alienación.
  • Tocar la percusión también desarrolla la capacidad de concentración.
  • Siguiendo el ritmo y llevando el compás, niños y niñas ejercitan su cerebro y desarrollan habilidades que difícilmente se revelan si no es tocando instrumentos en grupo, excepto, tal vez, con programas individuales y específicos.
  • Tocar música al son de un grupo, entran en juego partes del cerebro de ambos hemisferios. Ambas zonas se activan para comprobar que el golpe que se producen se corresponde con el sonido que se oye, en sincronía con todos los demás sonidos.
  • Tocar en círculo ayuda a desarrollar las habilidades comunicativas, animando a niños y niñas tanto a hablar entre sí como a escucharse, además de ser una forma estupenda de que exploren su creatividad de un modo que les lleva a profundizar el respeto y la comprensión de sí mismos y de los demás.
  • Los expertos han comprobado que son muchos los efectos positivos de tocar en un círculo de percusión en edad infantil.
  • Tocar tambores es una excelente forma de liberar estrés. Contribuye a la expresión de los sentimientos, elevando el estado de ánimo.
  • Cuando niñas y niñas tocan percusión y lo hacen de forma relajada, les aporta una gran sensación de satisfacción y autoestima.
  • Tocar percusión constituye, además, un ejercicio físico saludable y una implicación emocional que puede sustituir fácilmente a patrones perezosos como los videojuegos y la televisión.
  • La desconexión social que provoca el mundo moderno de la comunicación electrónica y digital impide que las comunidades se mantengan unidas; tocar percusión produce el efecto contrario, pues enseña a pequeñas y pequeños la dinámica de grupo y las conexiones personales.
  • Quienes tocan percusión con regularidad se sienten más «en sintonía con las cosas» y encuentran placer y aprecio en la escucha, lo que les hace capaces de «recibir» su entorno.
  • La música desempeña un papel natural y magnífico en la vida de un individuo, por lo que debe fomentarse cualquier interés mostrado por ella en edad infantil.
  • Existe abundante información y publicaciones sobre la musicalidad innata de niños y niñas y el poderoso efecto curativo que tiene la música en la vida de adolescentes con problemas.
  • Tanto si estudian música como si cogen un instrumento por primera vez, seguro que vivirán una experiencia apasionante.

Comentarios

Estudiantes del curso superior de la Inner School of the Arts participaron en una sesión de drum circle impartida por Harshil Filippo Chiostri.


«Para ser sincero, no sabía muy bien de qué se trataba, pensaba que era una clase común en la que nuestras alumnas y alumnos se divertirían tocando juntos el tambor pero, para mi sorpresa, fue mucho más que eso».
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«Harshil, con su energía exuberante y cautivadora y su gran profesionalidad, guio a los jóvenes en un auténtico viaje en busca de su esencia y armonía interior, que dio como resultado la unidad del grupo.

Fue una experiencia maravillosa: tras los primeros minutos de caos, de repente empezaron a ’comunicar’ entre sí mediante la percusión. Hablaban una lengua nueva, una lengua antigua, primitiva, hecha solo de sonidos y de la música de sus corazones. Sus sonrisas se mezclaron en el aire y las emociones de todos y todas ellas se fundieron, bailando con el viento y el sol.

Fueron momentos mágicos, indescriptibles y conmovedores. Al final de todo, el gran concierto de corazones se cerró con un silencio que entonaba la voz del universo y la melodía de una amistad renovada… Había cruces de miradas agradecidas y personas que lloraban de alegría… Yo estaba entre ellas y desde fuera observaba aquel círculo de almas jóvenes, aquel maravilloso espectáculo de vida que me dejó conmovida y profundamente honrada de haber participado y haber hecho participar a mis alumnos y alumnas en este increíble acontecimiento.

Soy profesora de secundaria y, por amor y pasión, también dirijo desde hace años la Inner School of the Arts. Creo que experiencias como esta deberían formar parte de la enseñanza normal. Cuando se habla de reforma escolar, desgraciadamente nunca se tiene en cuenta que la única forma de aplicarla de verdad es empezar por una educación centrada en el conocimiento de uno mismo y en la expresión de los propios talentos y recursos internos.

Experiencias como las del círculo de percusión dirigido por Harshil ofrecen esta valiosa oportunidad. Creo que es primordial conseguir que lleguen al mayor número posible de centros escolares, quizá proponiéndolos al principio del curso como momento de unión durante las actividades de recepción, o como medio de recuperar la unidad y profundizar en el contacto humano cuando surjan conflictos dentro del grupo de clase.

He asistido a varias clases de musicoterapia, pero la metodología, las habilidades y el gran corazón de Harshil hacen que su trabajo con el drum circle sea increíblemente único. Tras el encuentro, las chicas y los chicos quedaron prendados de su energía contagiosa y de su capacidad carismática para crear un verdadero círculo de amigos.

En mi nombre y en el de todo el alumnado de la Inner School of the Arts (que están locos y locas por ti), gracias, Harshil».

– Mariangela Di Pasquale –

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«Las clases 2F y 1E (secundaria) del Istituto Sacchetti de San Miniato, en la provincia de Pisa, participaron, aunque por poco tiempo (una hora cada una), en la experiencia de círculo de percusión propuesta por Harshil Filippo Chiostri. Pese a no haber vivido nunca antes algo similar, niñas y niños participaron con entusiasmo, confianza y diversión.

Es verdad que les había informado a grandes rasgos del trabajo que les esperaba y sabían que Harshil era amigo mío… pero la energía y el entusiasmo que surgieron desde el principio ante el círculo de percusión desatendido (es decir, antes de que tomaran posición en la silla y agarraran el instrumento) hablaban por sí solos de la profundidad y la seriedad de este tipo de trabajo. Se fundieron, jugaron, vibraron, se emocionaron y sintieron que la energía del grupo es algo que trasciende la individualidad. Experimentaron en sus cuerpos y en sus corazones lo que a menudo solo les digo con palabras. Pero como sabemos, el cuerpo tiene más fuerza y energía que la mente y si lo dejas libre se expresa vivo y vibra.

Creo sinceramente que este tipo de actividades deberían convertirse en una rutina dentro de las distintas instituciones que se ocupan del crecimiento, la educación y el bienestar. Demasiadas veces nuestros alumnos y alumnas se ven obligados a permanecer pegados a una silla, pequeña además, escuchando únicamente una educación y unos conocimientos de tipo racional y convergente, que les mantienen muy poco en contacto con el conocimiento real. Estas actividades, en mi opinión, deberían ser preparatorias para la creación de grupos de clase, por lo que deberían organizarse y planificarse al principio del curso escolar, quizás con 3 o 4 reuniones entre octubre y noviembre. Tales intervenciones facilitarían enormemente la construcción de grupos, aliviarían los malentendidos a nivel emocional y en las relaciones, crearían armonía y sana alegría y ayudarían a que el personal docente se desenvolviera con mayor ligereza y más en sintonía con los corazones de sus alumnas y alumnos.

Es verdad que Harshil es para mí un querido amigo con el que he compartido y sigo compartiendo «profundos viajes del alma», pero le estimo aún más si cabe como un profesional serio y profundo que ama y cree firmemente en lo que hace; su corazón es grande y es capaz de vibrar y cantar en plena armonía con la voz de sus venerables instrumentos. Muchas, muchas gracias por tu intervención en ‘mi escuela’… Estoy deseando continuar».

– Lisiana Lotti (profesora) –

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«Escuela Carducci-Tenerani, de Carrara. El miércoles 26 de mayo se celebró en el gimnasio un concierto bastante inusual… los chicos y chicas de las clases 1B y 1E se divirtieron tocando instrumentos creados con materiales reciclados… el resultado fue sorprendente. Junto a los tambores tradicionales, algunos percusión volcados, tapas de ollas, latas llenas de arena o alubias, grandes tubos de goma y muchos otros objetos comunes se transformaron en música, ritmo, ¡emoción! Y las compañeras y compañeros de otras clases que estaban viendo nuestra actuación no podían parar de moverse… ¡nuestro ritmo les contagió!

Fue muy instructivo descubrir que todas las cosas pueden tener una segunda vida… ¡¡¡llena de nuestra energía!!!»

Antonella Carrano

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“En la escuela libertaria paso a paso lo pasamos muy bien…ritmo, música, comunión, alegría…entre adultos y pequeños…como en una familia…o como debería ser en una familia… Fue bonito cuando de repente no había ‘diálogo armónico’ y Harshil intervino pidiéndonos que “tocáramos por grupos”, llevándonos de nuevo a coger el ritmo y el tiempo… La verdad es que da gusto ver cómo disfruta Hashil trabajando y facilitando…”

– Giuseppe Colao –